Vamos a volver hoy a la época medieval, para recordar el libro “Vivir en un castillo medieval”, protagonista de un buen número de entradas del blog. En aquel tiempo, se consideraba que la tierra era plana y que a su alrededor se movían la luna y el resto de planetas, en órbitas esféricas. Bajo la tierra está el infierno y por encima, el purgatorio.
El universo se dividía en dos partes: sublunar o temporal, bajo la esfera de la luna y supralunar o celeste, por encima, donde estaban los astros, los ángeles y los santos. Finalmente, por encima de los planetas, el cielo. Este es algo así como un cristal esférico sobre el que están fijas las estrellas.